▷ EL ORIGEN DEL HIDROMIEL - LA HISTORIA SOBRE LA BEBIDA ALCOHÓLICA MÁS ANTIGUA DE LA HUMANIDAD
Los antiguos no sabían nada de la levadura, el microorganismo responsable de la fermentación del hidromiel, y sin embargo conseguían hacerla (y según ellos, muy rica)

Aunque hoy en día en la fabricación de fermentados se usan cepas (especies) de levaduras especializadas, en la antigüedad ni siquiera sabían de la existencia de estos microbios (hasta el s. XVII no se descubrieron) y no comprendían exactamente mediante qué proceso mágico su miel se convertía en néctar divino. Esto hacía que tuviesen que confiar en las levaduras salvajes presentes en la cáscara del grano o la piel de la uva. Con la miel es más complicado, ya que es un antiséptico natural y por tanto no contiene levaduras salvajes. De ahí que Columella (agrónomo romano del siglo I d.C.) nos recomendase dejar la mezcla de agua y miel al sol durante 40 días. Aunque probablemente él no lo sabía, lo que estaba haciendo era dar tiempo a levaduras salvajes que flotaban en el aire a posarse y "colonizar" el rico mosto de agua y miel. Lo que no sabía es que también daba tiempo a otros microbios a medrar en su hidromiel, lo cual podía hacer que se estropease y adquiriese un sabor avinagrado o fuese incluso peligrosa de consumir.
En cuanto al CO2, es el gas que produce las características burbujas de algunos vinos, la cerveza o nuestra Zángana. Los antiguos no pudieron haberlo disfrutado ya que prácticamente no tenían recipientes herméticos que lo atrapasen. En toneles grandes aún se conservaría el hidromiel con algo de gas, pero que se perdería enseguida al servir un vaso.
La bebida alcohólica más antigua de la humanidad

Antiguas vasijas encontradas en la antigua China con restos fósiles de hidromiel en su interior.
La prueba escrita más antigua nos llevaría a la India, aproximadamente en el año 1400 a.C. se escribieron los siguientes versos en el libro sagrado del Rigveda (traducción libre):
Advaryus, prepara las dulces libaciones, y lleva el bello y brillante zumo al Dios Väyu. Como nuestro sacerdote, sé el primero en beberla: te damos a ti el hidromiel para que te regocijes. |
Si vamos más allá, hasta la prehistoria, la primera prueba arqueológica de presencia de hidromiel en un recipiente nos llevaría a la China del año 7000 a.C., estos son los restos químicos de una bebida fermentada más antiguos del mundo.
El origen del término ''luna de miel''
La miel y por supuesto el hidromiel siempre han tenido fama de ser afrodisíacos y grandes potenciadores de la fertilidad. Tanto es así que una de las teorías del origen del término se remonta a Babilonia, hace unos 4000 años. Por aquel entonces era típico entre los recién casados pasar 28 días (el calendario babilonio tenía meses lunares) bebiendo hidromiel para potenciar su fertilidad y engendrar pronto un hijo. Seguro que si nueves meses después nacía un niño los orgullosos padres felicitaban al fabricante del hidromiel.
El hidromiel o aguamiel en la Antigua Roma
En la antigua Roma era habitual beber hidromiel fabricado a partir de agua, miel y zumo de uva, dando lugar a un hidromiel de alta graduación y muy aromático al que el mismísimo Julio César era muy aficionado. De esta época procede una de las primeras recetas documentadas de hidromiel:
"Coge agua de lluvia almacenada durante varios años y mezcla un sextario de este agua con una libra romana de miel. Para una hidromiel más débil mezcla un sextario de agua con nueve onzas de miel. La mezcla es expuesta al sol durante 40 días y después guardad en una estantería cerca del fuego. Si no tienes agua de lluvia hierve agua de manantial"
De esta receta obtendríamos una hidromiel de alta graduación, seca y sin gas... Algunas veces. Es probable que este método de fabricación tuviese una alta tasa de fracaso, pero eso lo explicaremos pronto en otro artículo sobre cómo hacer tu propia hidromiel casera.

A los romanos les encantaba el hidromiel, incluso al mismísimo Julio César.
Aunque a muchos les cueste creerlo, el aguamiel era una bebida más común entre monjes y nobles que entre fieros guerreros. Y no sólo los vikingos la bebían

Apacibles vikingos/celtas bebiendo de sus cuernos prototípicos.
No podían faltar, vikingos y celtas siempre se nos vienen a la cabeza cuando hablamos de hidromiel. Y es que fueron estos uno de los pueblos más aficionado a esta bebida. Como muchos otros, le otorgaban la categoría de divina. De hecho, se decía que la capacidad de Odín para los versos y las canciones le venía por el consumo de hidromiel. También aparece en todo tipo de odas y leyendas germánicas y célticas, y en el poema épico inglés Beowulf, en el que los guerreros daneses se pasan el día bebiendo hidromiel en el gran salón esperando a que Grendel aparezca. Sin embargo, nuestro objetivo escribiendo este artículo era demostrar que no sólo los vikingos han bebido hidromiel en la historia. De hecho por su alto coste y prestigio, es mucho más probable que incluso en épocas remotas fuese una bebida reservada a las clases altas o a las festividades más especiales.
A lo largo de la historia han ido apareciendo variedades de hidromiel para todos los gustos
Como decíamos al principio del artículo, hay muchos tipos distintos de hidromiel que han ido apareciendo a lo largo de la historia y en distintos lugares. Un hidromiel básico a base de miel, agua y levadura (ya sea dulce, seca, con o sin gas) se denomina tradicional. En cuanto el artesano empiece a añadirle frutas, especias y hierbas adquiere unas características muy diferentes y un nuevo nombre. Algunos nombres pueden ser:
Melomel sería un hidromiel al que se le han añadido frutas o zumo en alguna etapa de su elaboración
Pyment es el melomel específicamente hecho con uvas
Cyser es la variedad a la que se le añade zumo de manzana
Metheglin es hidromiel con especias o hierbas
Hippocras sería pyment con especias o hierbas
Braggot es un híbrido de cerveza e hidromiel

A pesar de su fama casi mítica, en los últimos mil años prácticamente se dejó de consumir hidromiel. El coste altísimo de la materia prima (la miel) y la popularización de la cerveza, sobre todo, hicieron que esta bebida volviese a ser un producto exclusivo consumido solamente por la realeza y las clases más altas. De hecho a la reina Isabel de Inglaterra le gustaba mucho, y tenía una receta propia. Por fortuna, recientemente la tendencia se ha invertido y en los últimos años el hidromiel ha experimentado un nuevo auge y se está reinventando, siempre bebiendo, claro, de la tradición.
Hasta aquí nuestro pequeño viaje por la historia del hidromiel. Si tienes cualquier duda, sugerencia, curiosidad o corrección (recuerda, somos ingenieros químicos, no historiadores) no dudes en contactarnos en nuestras redes sociales y podremos charlar más sobre esta apasionante bebida.
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Referencias
Kerenyi, Karl (1976). Dionysus: Archetypal Image of Indestructible Life. Princeton University Press. p. 35. ISBN 978-0-691-09863-0.
Pliny the Elder. Natural History XIV. XII:85 etc.
Patrick McGovern. Museo de Pensilvania. https://www.penn.museum/sites/biomoleculararchaeology/?page_id=247
Columella. De re rustica (traducción inglesa) I. Loeb Classical Library. 1941.
- Fix, George. Principles of Brewing Science. Brewers Publications, 1999.
- Arquehistoria. (7 de septiembre de 2012). Odín, el dios supremo de los mitos nórdicos. http://arquehistoria.com/odin-las-mil-caras-del-dios-supremo-de-los-mitos-nordicos-10647
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